A lo largo de nuestra vida nos toparemos con eventos inesperados, frustraciones, aprendizajes, miedos y satisfacciones. No importa quien seas ahora, las emociones que viviremos van más allá de clases sociales o ideologías, por eso es importante saber manejarlas, a fin de mantenernos balanceados y firmes ante todos los eventos inesperados.
Partiendo de este punto, no es nada raro ver a una persona con los medios para existir de manera relativamente cómoda que vive crónicamente enojada o infeliz.

Un evento nada extraño, que viven miles de personas actualmente.
Esto es resultado de una vida extremadamente desbalanceada, una con demasiada expectación del futuro y poca apreciación de lo que ya se tiene.
Si no agradecemos lo que actualmente hemos logrado será imposible conocer la satisfacción y la realización personal.
Es aquí donde nos hacemos la pregunta ¿Cómo cultivamos este equilibrio? ¿Cuál es el punto de lograr el éxito si no se tiene plenitud?
Como trayecto de vida y mediante una serie de investigaciones hemos notado que TODAS las personas, en algún punto de su vida, tienen que tomar tres decisiones claves para determinar la calidad de sus vidas.
Tomar estas decisiones sin ser precavidos provoca que te conviertas en una persona fuera de forma física, emocionalmente exhausta y en perpetuo estrés financiero. Pero realmente ponerte a pensar en los siguientes puntos te llevará a cambiar el curso de tu vida.
1.- Elige con precaución en qué enfocarte
El ser humano posee una mente extremadamente desarrollada, todo el tiempo millones de pensamientos compiten por tu atención. Puedes concentrarte en las cosas que acontecen al momento o puedes poner tu energía en el futuro. O peor aún, puedes solo fijarte en el pasado.
¿Eres de las personas que se centra en lo que ya tiene o en lo que hace falta? Estoy seguro de que analizas ambas partes, pero si examinas tus pensamientos habituales, ¿en cuáles pasas más tiempo?
En lugar de pensar en lo que no tienes y resentir a quienes están en una mejor posición económica que tú, tal vez deberías reconocer que tienes mucho por lo que dar gracias (y gran parte de ello no tiene que ver con dinero). Puedes estar satisfecho con tu salud, familia, amigos, oportunidades y progresos.
Desarrollar el hábito de la apreciación de lo que se tiene te ayudará a crear un nuevo nivel de riqueza emocional. Si te enfocas en lo que no puedes controlar, tendrás más estrés en tu vida.
"Puedes cambiar muchas cosas en tu vida, pero no puedes tener el control de todo"
2.- Descubre el significado de cada suceso
La mayoría de las veces no notamos el efecto que el inconsciente tiene sobre el significado que le damos a lo que nos sucede.
Por ejemplo, cuando pasa algo que pone tu vida “de cabeza” (una muerte, un accidente, un despido, un desamor, etc), solemos pensar que es el final o el principio de algo. Y peor aún, cuando alguien te confronta hemos llegado a pensar en que esa persona sólo desea molestar.
Tu vida toma cualquier significado que quieras darle. Con cada respuesta viene una emoción única y la calidad de tu existencia depende del lugar donde te encuentres emocionalmente.
Cuando las personas deciden el enfoque y el significado de las cosas – por ejemplo, pensar que hay algo bueno en todo lo negativo- se vuelven más fuertes que nunca, ya que pueden incluso cambiar la bioquímica de su cerebro.

Así que toma el control y siempre recuerda que el significado es igual a emoción y ésta es lo mismo que calidad de vida. Elige conscientemente a qué dedicarle pensamientos y entrega los sentimientos correctos.
Decisión 3: ¿Qué harás?
Una vez que ya te has enfocado en lo correcto y tus emociones en todo momento estén balanceadas, es momento de actuar.
Las acciones que tomes estarán influenciadas poderosamente en tu estado emocional. Si estás enojado, tu comportamiento será muy diferente a como reaccionarías si estuvieras feliz.
Sin embargo, dos personas que están molestas actúan de manera diferente: algunas se retraen, otras explotan. Hay quienes pueden llegar a ser violentos y quienes prefieren un enfoque más pasivo – agresivo.
¿De dónde surgen estos patrones? Las personas tienden a imitar a la gente que respetan y aman.
¿Alguna vez has escuchado la frase “lo que te choca te checa”?
En alguna ocasiones el ser humano reacciona con un tipo de mecanismo de defensa para enfrentar ciertas situaciones incómodas. La persona que se proyecta, va a criticar o juzgar algo que aparentemente le molesta o no acepta de los demás, porque inconscientemente no lo acepta en sí mismo; sin embargo, señalar esas características indeseables en otros le ayuda a reducir la ansiedad y la culpa.
No es raro descubrir que aquellas reacciones que nos molestaban de nuestros padres, por ejemplo, sean las que más comúnmente tenemos.

Analizar estas tres decisiones no requiere mucha ciencia, pero si se necesita de tiempo y esfuerzo. Pero si de algo estamos seguros en bla-bla! es que una vez que definas estas decisiones, podrás darle un giro radical a tu vida.
