Si hay un rasgo común en los emprendedores, es su capacidad de pensamiento, ya sea al estar buscando oportunidades de negocios y de crecimiento o pensando medidas de evitar riesgos. Ese rasgo los sigue todo el tiempo, a tal grado que puedan definirlos como una persona soñadora.
Sin embargo, expresar que eres un soñador o una persona que actúa es muy diferente. Ser alguien que actúa no es necesariamente mejor que ser un soñador, necesitas ambos para tener éxito. Sólo es cuestión de mover un poco la balanza hacia un lado.
Si te gusta soñar más, tal vez sea momento de tomar acción. Aquí hay algunos métodos rápidos y fáciles para comenzar a actuar y dejar aquellas ideas vagas que no te llevan a ningún lado. Recuerda, sin un enfoque puedes seguir caminando en círculos durante mucho tiempo.
1. Escribe tus metas y ponles una fecha de entrega: Está bien que quieras terminar una novela antes de que termine el mes o comenzar a vender un producto que crees que es redituable pero, ¿Qué tan adelantado estás? ¿Crees estar listo ahora? ¿Qué tanto puedes hacer en ese mes? Dependiendo de todo esto, elige una fecha de entrega para tenerla lista o programa algunos límites. Este enfoque funciona para cualquier meta.
2. Necesitas un balance en tu vida: Cada vez que decidas que necesitas o quieres realizar algo, escribe una lista de los pasos que debes tomar para lograrlo. Esto puede ser ahorrar cierta cantidad de dinero para iniciar un negocio, entre otras cosas.
Esas acciones pueden repercutir a futuro, puedes ver lo complejo que puede ser y al mismo tiempo ser realista con lo que planeas.
3. Rodéate de gente que actúe: ¿De que tipo de personas te rodeas? Los soñadores se retroalimentan unos a otros, pero si te rodeas de gente que actúa te puedes inspirar más. Los más firmes no se apresurarán a satisfacer tus tendencias de soñador y querrán saber cuál es tu plan. Recuerda: tú estás a cargo de tu red de apoyo.
4. Deja de hacer lo que no funciona: Einstein definió la locura como “hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”. Eso nos deja la siguiente pregunta ¿Qué puedes hacer si te quedas atrapado ahí?
Si has estado anhelando algo pero tus intentos no te han dado resultados positivos, es tiempo de detenerte, reevaluar, descubrir qué estuvo mal y tomar nuevas acciones. Nunca llegarás a algún lado cometiendo los mismos errores una y otra vez.
5. Asume que todo tomará más tiempo y dinero: Una de las cosas malas de ser un soñador es que pensamos que todo será muy fácil en esta etapa. Sin embargo, las cosas tienden a tomar más dinero y tiempo de lo que imaginas. Cuando escribas tu plan de acción, aumenta el tiempo y dinero que te tomará por lo menos un 10%. Lo peor que puede pasar es que tengas éxito y te quede un poco de dinero y tiempo.
